Florida abre nuevo centro de detención migratoria en Sanderson en medio de críticas por abusos y desvío de fondos
MIAMI. El gobierno de Florida, encabezado por el gobernador Ron DeSantis, enfrenta fuertes cuestionamientos tras anunciar la apertura de un nuevo centro de detención para inmigrantes en Sanderson. Diversas organizaciones de derechos humanos acusan a la administración estatal de priorizar la expansión del sistema carcelario por encima de necesidades urgentes como vivienda, salud, educación y preparación ante huracanes.

Renata Bozzetto, subdirectora de la Florida Immigrant Coalition, denunció que los fondos públicos están siendo mal utilizados en infraestructura para encarcelar a migrantes en lugar de invertirse en resolver crisis que afectan directamente a los residentes del estado. “Esto no es seguridad pública, es crueldad pagada por todos nosotros”, afirmó.
Bozzetto señaló que mientras Florida enfrenta un déficit de docentes, una crisis de seguros y problemas graves de asequibilidad de vivienda, el gobierno desvía millones de dólares a lo que definió como “cajas de concreto” que generan vergüenza a los propios floridanos. “La ciudadanía está cansada de que se cometan abusos de derechos humanos en su nombre y con su dinero”, remarcó.
Por su parte, Adriana Rivera, directora de comunicaciones de la coalición, criticó la retórica del gobernador. “Al llamar a este centro un ‘depósito de deportación’, DeSantis reduce a los seres humanos a mercancías que pueden ser almacenadas y enviadas. Ese lenguaje elimina la dignidad y la humanidad de quienes solo buscan trabajar y sostener a sus familias”, expresó.
Las organizaciones advierten que la instalación en Sanderson forma parte de un patrón de construcción acelerada de centros de detención en zonas remotas, lo que aumenta el riesgo de abusos, negligencia médica y aislamiento de los migrantes respecto de sus familias y abogados. Según los activistas, estas estructuras están diseñadas para desplazar rápidamente a personas vulnerables, sin ofrecer justicia ni seguridad.
La polémica sobre el nuevo centro de detención refleja la tensión entre las políticas migratorias de Florida y la creciente demanda ciudadana de que los recursos estatales se destinen a prioridades sociales y económicas más urgentes.
