La guía de los mejores restaurantes cubanos en Miami
Miami sin comida cubana sería como París sin croissants: impensable. Con más de un millón de descendientes de cubanos viviendo en el condado de Miami-Dade, la ciudad se ha consolidado como la capital gastronómica de la cocina cubana fuera de La Habana. Desde instituciones legendarias hasta propuestas modernas que reinventan las recetas tradicionales, el mapa culinario de Miami ofrece una experiencia única para los amantes de la buena mesa.

Ya sea que busque el sándwich cubano perfecto, croquetas inolvidables o un ambiente con música en vivo, esta guía lo llevará a los mejores restaurantes cubanos de la Ciudad del Sol.
Restaurantes legendarios que marcaron historia
Versailles Restaurant (Little Havana)
Fundado en 1971, Versailles no solo es el restaurante cubano más famoso del mundo, también es un punto de encuentro cultural en la Pequeña Habana. Con un ambiente de cafetería clásica, el lugar ha recibido a presidentes, celebridades y líderes comunitarios. Su carta ofrece desde vaca frita hasta el icónico sándwich cubano, además de una panadería contigua donde el cafecito se acompaña de pastelitos dulces y salados.
La Carreta (varias ubicaciones)
Con más de cuatro décadas de trayectoria, La Carreta es un emblema de la cocina casera. Sus platos como el picadillo a la cubana o el fricasé de pollo evocan sabores de abuela. Las porciones son generosas, las mariquitas crujientes y su mojo tan potente como inolvidable.
Restaurantes reconocidos por la Guía MICHELIN
Cafe La Trova (Calle Ocho)
Dirigido por la chef Michelle Bernstein y el maestro coctelero Julio Cabrera, este restaurante combina alta cocina con música tradicional cubana en vivo. La ropa vieja y el branzino con mascarpone marcan la diferencia en un ambiente vibrante que lo ha convertido en uno de los destinos gastronómicos más aclamados de Miami.
Chug’s Diner (Coconut Grove)
El chef Michael Beltrán fusiona tradición y modernidad en un concepto de “diner cubano” que ha recibido el reconocimiento Bib Gourmand. Sus platos estrella van desde el lechón hash para el desayuno hasta el creativo lechón ramen para la cena.
Havana Harry’s (Coral Gables)
Ideal para familias y celebraciones, este restaurante MICHELIN combina abundancia y calidad. Su arroz frito con vaca frita y plátano maduro es un clásico, al que se suman postres caseros como el flan cremoso.
Tesoros de barrio y joyas escondidas
Sanguich de Miami (Little Havana y Coral Gables)
Considerado por muchos el lugar donde se sirve el mejor sándwich cubano de la ciudad, Sanguich ha conquistado con su pan artesanal y su carne marinada durante una semana.
Islas Canarias (Kendale Lakes)
Famoso por sus croquetas crujientes, este restaurante familiar conserva recetas de los años 50. El “Desayuno Guajiro” es parada obligada para quienes buscan autenticidad.
Palacio de los Jugos (múltiples sedes)
Un clásico popular donde los chicharrones y el batido de mamey resumen la esencia de la comida cubana de Miami.
El Rey de las Fritas (Little Havana)
Desde 1979, esta institución prepara la frita original: una hamburguesa cubana con papitas fritas que se ha convertido en símbolo del sabor criollo.
Doce Provisions (Little Havana)
Un escondite gastronómico que mezcla cocina creativa, ingredientes locales y un ambiente bohemio en un patio iluminado con guirnaldas.
Experiencia al estilo Miami
Havana 1957 (South Beach)
Más que un restaurante, es un viaje a la Cuba de los años 50 con música, coctelería de autor y el famoso Pollo Havana 1957.
La Cañita (Bayside Marketplace)
Una propuesta moderna que fusiona la cocina cubana con ritmos caribeños, cócteles con ron y música en vivo frente al mar.
Un patrimonio gastronómico que trasciende generaciones
La cocina cubana en Miami es mucho más que un menú: es memoria, comunidad y tradición. Desde las ventanitas que despachan cafecitos hasta los restaurantes de mantel largo, cada espacio es testimonio de la herencia cultural que los cubanos han dejado en la ciudad.
Para turistas y locales, explorar estos restaurantes es recorrer la historia de una comunidad que convirtió la nostalgia en sabor y la comida en un puente cultural. En Miami, la gastronomía cubana no es solo un orgullo, es un pedazo de hogar servido en cada mesa.