DeSantis Nombra a Jay Collins como Vicegobernador: Críticas por “Selección Narcisista”
TALLAHASSEE, FL — El gobernador Ron DeSantis designó este miércoles al senador estatal Jay Collins (R-Tampa) como nuevo vicegobernador de Florida, un movimiento que ha desatado fuertes críticas por parte de grupos opositores, quienes lo califican como una maniobra política basada en lealtad más que en méritos.
La organización DeSantis Watch no tardó en reaccionar, tildando la selección de Collins como un reflejo del “narcisismo” de DeSantis y su búsqueda de figuras que no cuestionen su agenda. Anders Croy, director de comunicaciones del grupo, aseguró que el mandatario solo atrae a políticos dispuestos a seguir su línea a cambio de promocionar sus propias aspiraciones.
Una Elección bajo Escrutinio
La designación llega en un momento crítico para DeSantis, cuya influencia política ha sido cuestionada tras una fallida campaña presidencial y el desgaste de su imagen en Florida. Collins, exmilitar y legislador con apenas un año en el Senado estatal, carece de experiencia ejecutiva, lo que ha generado dudas sobre su idoneidad para el cargo.
“Las calificaciones no importan si demuestras lealtad ciega”, criticó Croy. “Mientras las familias floridanas enfrentan costos más altos y menos derechos, DeSantis prioriza su ego sobre soluciones reales”.
¿Ambición sobre Servicio?
Analistas señalan que el nombramiento podría ser un intento de DeSantis por consolidar apoyo dentro del Partido Republicano ante un posible segundo mandato. Sin embargo, detractores insisten en que la administración actual se enfoca más en batallas culturales que en políticas económicas efectivas.
Collins, por su parte, ha elogiado al gobernador, prometiendo “trabajar hombro a hombro” con él. Pero para sus críticos, esto solo confirma que el puesto fue una recompensa por su alineación incondicional.
Conclusión
Mientras DeSantis intenta recomponer su legado, la polémica por esta designación refuerza la narrativa de un gobernador más interesado en leales que en líderes. Queda por verse si Collins podrá trascender las acusaciones de ser un “peón político” o si su nombramiento marcará el declive definitivo de la era DeSantis.