Nicaragua: La decisión sorprendente que afecta a la Iglesia Católica y a las Comunidades Evangélicas
La eliminación de exenciones fiscales para la Iglesia Católica y grupos evangélicos en Nicaragua
El 22 de agosto de 2024, la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo anunció la eliminación de la exención del impuesto a la renta para las iglesias en Nicaragua, afectando de manera directa a la Iglesia Católica y a grupos evangélicos en el país. Esta medida es percibida por muchos como un ataque a la libertad religiosa y un intento de debilitar la influencia de las organizaciones religiosas en la vida social y política del país.
Detalles de la nueva legislación
La decisión fue publicada en el diario oficial La Gaceta, mediante la ley 1212, que modifica varias legislaciones existentes, entre las que se incluyen:
- La ley de regulación y control de organismos sin fines de lucro.
- La ley de regulación de agentes extranjeros.
- La ley 822 de concertación tributaria.
Con esta ley, se deroga el artículo que eximía a las iglesias del pago de impuestos sobre las rentas derivadas de actividades religiosas. Esta modificación implica que las iglesias deberán afrontar un nuevo régimen fiscal, que podría representar tasas impositivas que oscilan entre el 10% y el 30% de sus ingresos.
Opiniones de expertos
Expertos en derecho fiscal y observadores políticos han expresado su preocupación por las implicaciones de esta resolución. Martha Patricia Molina, investigadora destacada en el ámbito de derechos humanos, advirtió que esta medida es un “zarpazo fiscal” que ahogará financieramente a la Iglesia Católica y a otras organizaciones religiosas. Según Molina, esta estrategia busca debilitar a la iglesia para que, “caiga por su propio peso”.
Un especialista, que prefirió permanecer en anonimato, indicó que “todas las iglesias de cualquier denominación quedarán sujetas bajo el terrorismo fiscal que la dictadura ha sometido al sector privado y ahora a las instituciones religiosas”.
Impacto en la comunidad religiosa
Además de las implicaciones fiscales, se han reportado visitas de las autoridades a diversas parroquias, donde se han solicitado documentos sobre sus finanzas y donaciones. Este requerimiento pone a las iglesias bajo una vigilancia exhaustiva, complicando aún más su operatividad.
- Los sacerdotes tendrán que contratar contadores públicos autorizados para llevar registros financieros complejos.
- Los colegios religiosos también se verán afectados y se les aplicará el nuevo régimen tributario.
- Se prevé un “infierno fiscal” para las iglesias, como alertó un analista.
Respuesta del régimen
Rosario Murillo, quien ocupa el cargo de vicepresidenta, defendió la decisión argumentando que cada organización debe adherirse a las leyes del país y actuar con responsabilidad fiscal. Según ella, estas medidas son parte de un acto de “solidaridad” y no se deben considerar como represiones.
Reflexiones sobre la libertad religiosa en Nicaragua
Félix Maradiaga, excandidato presidencial y defensor de derechos humanos, mencionó que la historia ha demostrado que la represión no puede sofocar la búsqueda de libertad de un pueblo. Este cambio legislativo ha traído consigo una mayor polarización en la sociedad nicaragüense y un aumento en las tensiones entre el régimen y las instituciones religiosas.
Las voces dentro de la Iglesia y de la comunidad civil continúan alzándose en defensa de los derechos humanos, señalando que, a pesar de las adversidades, la resistencia y la dignidad prevalecerán en la búsqueda de un futuro más justo para Nicaragua.
Conclusión
La eliminación de las exenciones fiscales para las iglesias en Nicaragua es parte de un patrón más amplio de hostigamiento hacia instituciones que promueven valores de libertad y justicia social. Es un momento crítico que redefine la relación entre el régimen de Ortega y la comunidad religiosa, donde los cimientos de la libertad religiosa están siendo testigos de uno de sus mayores desafíos en décadas.